viernes, 20 de marzo de 2009

de la juventud y la vejez....




En estos últimos meses que me desaparecí recibí comentarios de que ya era momento de escribir, y pues como estoy en una etapa de retomar cosas abandonadas por más ocupada que este lo haré (excepto la tesis) jejeje.
Como buena hija única y además hija de madre "viuda" pues mi abuela la gran Celia Jimenez Carapia era la responsable en gran parte de mi cuidado, esta señora jetona, diva y coscorrona que me enseñó además de frases como "Yo no creo en la bondad de Luchita", "No es cierto que la Esperanza muere al último, (y nótese que pongo Esperanza como nombre propio por que era una amiga suya), "La muerte del padre Pro y la madre conchita", entre otros muchos que serán dignos de una sola entrada, nunca se esperó que su costumbre por modificar dichos le fuera regresado de una manera tan sútil por una mocosa de 6 años como lo era yo.

Para los que conocen las zonas de la Delegación álvaro Obregón sabrán que el parque y el teatro que estan ahí ubicados se conocen como "Parque de la Juventud", yo no se bajo que ánimo ótimista los bautizaron así, pues bueno así fue uno de esos tantos días camino a casa en el coche con la abuela y mi madre pasamos por ahi y de repente una gran reflexión inundó mi mente y le dije así tajantemente a la abuela: "Oye abue, tu no puedes entrart ahi ¿Verdad?"; a lo que la señora volteó y se me quedó viendo con cara de duda y me dijo ¿Por?, pues por que es parque de la juventud y bueno pues. tu.... e inundó un gran silencio el auto para estallar en la risa de mi amá, en que ella me scara la lengua y en mi cara de ¿Cuál es el chiste?. Pos para mi tenía lógica yo no veía que mi abuela se hiciera más joven, y pues en ese parque y teatro las reglas eran claras desde el nombre según mi lógica.
Años después cuando vi que empezaron con la construcción de una "Casa del anciano" entendí que la ironía solo radicaba en el nombre del lugar.
Tiempo después, mucho por suerte, mi abuela murió y fue un golpe muy duro para mi por que en realidad ahora que volteo atrás lejos de ser mi abuela fue la niña con la que compartí mi infancia.

La Hija Única