Un día de antaño, de aquellos en los que yo no existía, pues que salen el Don David y la Doña Celia (padres de la hija única) a dar el rol, la vuelta, lo que sea y en un enfrenón repentino de mi intrépido padre; mi elegante y muy ataviada madre (algo que no heredé de ella) perdío la peluca, la historia no es graciosa desde este punto; lo es desde el punto en que por fuera los que veían el cuadro al momento del impacto vieron volar algo del auto; palabras textuales: "Algo como la cabeza de la vieja que venía con el wey"; pues obvio la gente aterrada huía pero para sorpresa de muchos, los únicos que no entendían por que la gente se iba en lugar de quedarse a ayudar eran mi padre y Madre (la despelucada) quien sin darse cuenta del estado se subío digna al coche y después de unos cuantos improperios a mi padre siguió el camino.
Mi padre obvio ante el impacto de la reacción de mi mamá y el pánico a los gruñidos de mi madre optó por guardar silencio, acto seguido cuando llegaron a casa de mi abuela; una amiga de mi abuela se encontraba platicando de un choque en el que una vieja al parecer había perdido la cabeza "Ay no horrible, obvio yo salí huyendo; imagínese verle volar la cabeza a una vieja que a demás venía con un hombre que seguro no supo que hacer por que no se veía preocupado..."
En eso estaban cuando entra mi madre por la puerta con pasadores por todo el cabello y con un chonguito en la cabeza; mi abuela obvio entendió el accidente de la vieja sin cabeza y la pérdida de la peluca como una misma acción y no río; sino que soltó una escandalosa carcajada por horas, mi madre sin saber que hacer no entendía la gracia y mi padre que había guardado silencio por horas optó por tirarse al suelo a reir y apoyado por el valor que le daba la risa de mi abuela le dijo a mi madre "Tu eras jajaja la que perdió la cabeza aunque en realidad era peluca jajajaja y la gente no nos ayudaba jajajajajaja por que temían encontrar a una descabezada jajajajajajaj; además tu no te das cuenta que perdiste la peluca jajajajajajaj y yo desde hace horas que tengo miedo a decírtelo jajajajaja..."
Pues sí acciones tan ridículas eran comunes en mi familia y ayer que estando en la oficina después de horas de trabajar en algo que mi jefe quería para que saliera con un "No ya se como lo quiero... así sencillo olvida los diseños lo queremos sencillo..." y lo dibujó en una hojita que al verla me hacía burla de las horas invertidas con anterioridad; ló único que atiné hacer fue azotar la cabeza en su puerta; sí como lo leen; tragué mi enojo, tomé la hojita di media vuelta y ¡zas! me di un cabezazo en la puerta de despedida ante tal impotencia.
Obvio escenas como estas son cagadas desde fuera; hoy entiendo que el ridículo es de familia; y que estas cosas son más normales de lo que uno creía...
